Empieza el año 2018 con una nueva vibración de energía. Acabamos de dejar atrás un 2017 lleno de sacudidas, llamadas de atención, dolores de crecimiento, rompimientos y cambios radicales en la vida y relaciones personales. En 2018 damos un paso más en este nuevo camino.
Para muchos de nosotros, los procesos de cambio fueron particularmente profundos y significativos. Personalmente, luego de una pérdida muy importante a principios de año, mi Tao me llamó a retirarme del mundo externo para internarme en lo más profundo de mi ser. Meses de quietud y silencio en un proceso alquímico preparándome para el nuevo ciclo. De ahí que no haya habido boletín por varios meses.
Tres poderosas fuerzas astrológicas se combinan en el clima cósmico de 2018 que producirán, a lo largo del año, una fuerte iniciación que nos quitará de lo viejo para llevarnos hacia lo nuevo: Saturno en Capricornio, el número 11 -que es la numerología del 2018-, y el paso de la energía del Año del Gallo al Año del Perro. Como con todo fenómeno astrológico, el movimiento irá tan lejos como se lo permitamos.
Saturno en Capricornio nos pide dos cosas: tener claridad sobre cómo manejamos el poder y como lidiamos con el tiempo. Puesto que tiempo y poder están estrechamente relacionados, cualquier avance en alguno de ellos conduce a un avance en el otro. Entre más innovadores seamos en renovar poder y tiempo este año, mejores serán las posibilidades de continuar con un proyecto durante los años siguientes.
El segundo factor del clima cósmico del año es el número 11 (valor numerológico que se obtiene sumando los dígitos: 2 + 0 + 1 + 8 = 11). La magia del número 11, número maestro, es implementar el cambio más progresivo de cualquier año. La vibración del número maestro es la del Visionario y el Trabajador de la Luz. Tiene que ver con iluminación, liderazgo e intuición, y es propicia para el trabajo en equipo y dentro de una sociedad para el más alto bien de la comunidad. Elementos que lo apoyan incluyen amigos, grupos, almas afines en el ambiente exterior, y fuerza de voluntad y claridad interior para seguir nuestra verdad íntima.
Asimismo, al reducir la vibración del 11, 1 + 1, obtenemos 2, lo que significa que este año debemos concentrarnos en el equilibrio, la igualdad, la paz y las energías de lo Femenino Divino, así como relaciones y sociedades de todo tipo. Se trata de equilibrar la fuerza, independencia, confianza y liderazgo de los dos 1’s dentro del 2, con paz, conciliación, diplomacia e igualdad.
El tercer aspecto del clima cósmico del año es la entrega del año del Gallo al Perro, lo cual ocurrirá entre el 4 y el 16 de febrero. Para el horóscopo chino, el Año del Perro comienza el 4 de febrero según el calendario solar, pero la celebración del comienzo del año se fija en función de las fases lunares, por eso ocurrirá unos días después, el 16 de febrero.
El primer período, del 4 al 16 de febrero en el que la última luna del Año del Gallo va menguando, nos da una oportunidad para limpiar los efectos del caos que éste promovió.
El Gallo de Fuego tuvo por misión revelar lo oculto, lo secreto y lo escondido, como lo atestiguan la ola de destapes de corrupción, abusos y engaños por todo el planeta.
Con el Gallo obtuvimos la visión. El gallo se encarama al punto más alto del techo del granero y ve la salida del sol antes que el resto de la granja para cantar el llamado a despertar. Luego del poderoso año del Gallo de Fuego, estamos listos para integrar todo ese cambio en acción positiva para hacer de nuestra vida lo que queremos.
El Perro implementará la visión obtenida con el Gallo y la seguirá hasta donde lo lleve, pues el Perro es el más leal, resuelto y determinado de los años. El Perro representa la corrección, la honestidad, la lealtad y la importancia de los valores.
La energía de un año de Perro de Tierra -como será 2018- es de “perro justiciero”: una energía de poner las cosas en orden, cancelar deudas y cobrar lo que se debe.
El Perro es el signo más humanista del zodíaco chino. Es práctico, contundente, avasallador. Es el amigo que te acompañará fielmente mientras realizas tu Tao, y que te advertirá con sus ladridos si te desvías del camino…
La energía del elemento Tierra, responsable de las relaciones, la sabiduría, la espiritualidad y el centro de la casa, regirá el año de manera preponderante. Tierra Yang no sólo es el elemento fijo del Perro chino sino que es también el tallo celestial de este año. Por si fuera poco, Saturno, planeta regente del elemento Tierra, está ahora en el signo de Capricornio, que corresponde al Buey en el zodiaco chino, otro animal de Tierra.
La tierra tiene que ver con raíces, comunidad, naturaleza. Retornará la familia como centro de supervivencia. Nuestra tierra es nuestro cuerpo, es también nuestro planeta, es donde vivimos y donde nos movemos. Es el arraigo, los pies bien puestos en la realidad, el presente, el aquí y ahora, de manera objetiva y sensata.
La tierra es la madre, la nutrición, el cuidado, la protección. Que el perro, defensor infatigable de la justicia, no nos lleve a perdernos en la ayuda a los demás a costa de descuidar nuestro propio bienestar.
La tierra es centro, la capacidad para mantenernos centrados y concentrados. Es estabilidad, seguridad, confianza, fuerza, equilibrio, pausa, orden y renovación de energía.
Para los nacidos en año de Perro, este será un año fuerte, de cambios y enseñanzas. Hay que aprender a fluir, practicar el wu wei, el arte del no-hacer, que no quiere decir no actuar sino no querer forzar. Ir paso a paso, día a día, con calma y orden. El que quiera controlar, va a salir perdiendo.
Běn mìng nián significa “en esta vida”, pero bajo el contexto de la astrología china significa “el año propio”. Al contrario de lo que se piensa, el año propio no es fácil.. En los últimos años, los Perritos hemos tenido que enfrentar y superar muchos obstáculos, ya sea en el trabajo o en la vida privada. Algunas situaciones dolorosas para forjar el carácter, muchos años de introspección y pensamiento que van finalmente a dar fruto, revelando más claramente el camino de una espiritualidad más profunda y sólida.
Tener en cuenta que el perro, al igual que el signo equivalente en el zodiaco occidental, Libra, es un animal agudamente polarizado, dividido entre perro manso y perro bravo, perro bueno y perro malo, que tiende a repetir patrones con perruna fidelidad. El perro debe aprender a dominar la existencia ordinaria sin dejar que su lealtad y fidelidad lo lleven a perseguir ciegamente huesos que son causas perdidas. La misma fidelidad puede ser una bendición si lleva hacia metas más elevadas.
Especialmente para los Perros Amarillos que cumplimos sesenta años, éste será un año de oportunidad para consolidar logros y renovar motivación. Según la astrología china, a los sesenta años se cumple un ciclo completo de vida. El animal del año de nuestro nacimiento ya habrá pasado, cada doce años, por cada uno de los Cinco Elementos, hasta retornar a su elemento natal. Entonces empieza todo un nuevo ciclo. ¿De qué se va a tratar este nuevo ciclo?
Si bien la energía del Perro de Tierra Yang afectará a todos los signos, dependerá de la constitución elemental, según la astrología ZiPing de los Cuatro Pilares del Destino, si la influencia será más o menos positiva. Alguien que tiene un elemento Tierra muy grande en su carta natal puede verse abrumado por el peso extra, mientras que para quienes este elemento es débil, se verá positivamente reforzado.
Hemos de recordar también que, si bien la influencia de la energía del año es importante, la pieza central de la carta ZiPing es el día del nacimiento, el Maestro Día o Elemento Personal. El Elemento Personal es nuestra verdadera personalidad, nuestra esencia, quienes realmente somos por dentro. Puede suceder que seas Perro por dentro y no lo sepas, o que, independientemente del animal de tu año, seas Tigre o Caballo, que son los aliados del Perro, o a lo mejor eres Conejo (o Gato en algunos horóscopos), que es su amigo secreto, o puede que seas Dragón, el antagonista del Perro, lo cual implica conflicto potencial, que puede convertirse tanto en pleito como en oportunidad para armonizar.
¿Cómo se llevan los animales de tu zoológico personal con el Perro del año? ¿Cómo te va a afectar la doble fuerza de la Tierra de acuerdo a tus propios elementos? ¿Qué podemos hacer para aprovechar al máximo las energías y movimientos cósmicos de manera que favorezcan nuestro crecimiento? ¿Cómo protegernos de la influencia negativa de energías contrarias?
Una sólida práctica de meditación y arraigo, como la que ofrece el Tao Curativo, aunada a un mapa de navegación de extraordinaria exactitud, como es la carta astral ZiPing, son ayudas excepcionales para trotar junto al Perro de este año. Hacernos receptivos a los mensajes del universo y elegir con claridad nuevos objetivos, para lograr el equilibrio entre la razón y el corazón, para conducirnos con modestia y sencillez, para emular dos características esenciales del Perro: paciencia y perseverancia.
¡Feliz Año del Perro de Tierra Yang 2018!
***Consultas carta astral ZiPing y lectura de I Ching: janettenutis@gmail.com ***